Manejo de las emociones y estrés durante la pandemia
¨Yo nunca podría pensar en una educación sin amor,
es por eso que yo me considero un educador,
encima de todo porque yo siento amor¨. P. Freire.
MARCO CONCEPTUAL
Conceptos claves:
•
Emociones
Son reacciones innatas que las personas tienen ante los eventos
relevantes para sus metas, proyectos de vida o eventos psicológicos relevantes.
Las emociones son breves, decaen por sí mismas en cuestión de segundos. Se
componen de un evento psicológico o cognitivo (pensamiento), una respuesta
fisiológica y una tendencia a la acción. Cómo emociones básicas se encuentran
la felicidad, la tristeza, la ansiedad, el miedo, el enojo y el disgusto. Las
emociones que no son básicas se compondrían de la mezcla entre emociones
básicas: por ejemplo, la nostalgia es una mezcla entre felicidad y la tristeza.
Todas las emociones son buenas cuando las sabemos regular y expresar. Por
ejemplo, el miedo sirve para apartarse del peligro y actuar con precaución,
pero a veces puede impedir hacer algo que es útil o gratificante. Es bueno
aprender a reconocer y expresar las emociones, a hablar de ellas, conocer lo
que siente el otro, cómo lo siente y cómo les afecta. Algunas de las emociones,
sentimientos o pensamientos que se pueden presentar, tanto en personas adultas
como en niñas y niños ante la situación de emergencia que se ha suscitado a
causa del Covi-19, son:
Miedo: a perder la salud por contagio, a las posibles consecuencias de la
enfermedad, a la falta de recursos, a la falta de insumos básicos. Es posible
sentir miedo ante una situación que se percibe como nueva y amenazante. Es
posible que emerjan pensamientos como “me puede pasar a mí” o “puedo contagiar
a mi 6 Al respecto consultar la propuesta de las emociones del psicólogo Paul
Ekman, tomado de Reyes M. y Tena E (2016) Regulación emocional en la práctica
clínica. Ed.Manual Moderno. México, D.F. Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar Orientaciones para los talleres de formación dirigido a las familias
familia”. Frente a ello pueden aparecer pensamientos negativos asociados a la
muerte propia o de la familia, así como también temor a contagiar a los seres
queridos y provocarles un daño.
Frustración: esta situación puede provocar una sensación de pérdida de libertad, de dificultad en llevar adelante proyectos y actividades personales. Puede haber pensamientos del tipo “no puedo hacer lo que hago siempre”, “no puedo terminar mi trabajo”, “quiero salir y no puedo”, “no puedo salir al parque”, “no puedo ver a mis abuelos, tíos, profes”. Frente a esta situación novedosa se debe ser paciente y generar nuevos hábitos.
Enojo: suele ocurrir cuando se experimenta la sensación de que está
ocurriendo un hecho injusto. Puede haber pensamientos del tipo de “el gobierno
tendría que haber cerrado antes, esto no es mi culpa” u “otras personas no
respetan la cuarentena y se aprovechan”. Lo que puede provocar conductas
irresponsables como salir de casa o iniciar pleitos. Es importante recordar la
importancia de realizar las denuncias por los medios oficiales y no exponerse a
situaciones violentas.
Tristeza: Esta
situación puede darse por la ruptura de la cotidianidad. También puede
agravarse con el aislamiento y por tener contacto reiterado con noticias
negativas. Pueden aparecer pensamientos del tipo “no tengo ganas de hacer
nada”. Tenga en cuenta que es una situación transitoria y que el propio
esfuerzo por respetar las regulaciones es lo que permitirá que finalice lo
antes posible. No deje de compartir estos sentimientos con otras personas de su
hogar o con otros u otras, a través de medios virtuales
Ansiedad: la situación puede provocar sensaciones desagradables con relación a
la incertidumbre. A su vez, pueden aparecer conductas y pensamientos que
busquen huir de la realidad. Pueden aparecer pensamientos del tipo “voy a
dormir hasta que termine esto”. Es importante intentar mantener una rutina,
establecer una serie de actividades para realizar durante el día y separar un
espacio del mismo para el esparcimiento.
Ambivalencia: es posible sentir alivio por estar en casa, pero también emociones
como miedo, frustración o enojo. Puede suscitarse en pensamientos del tipo
“ahora puedo hacer lo que nunca hago. Aunque quisiera saber cuándo terminará
todo esto”.
Desorganización: el hecho de no poder continuar con la propia rutina es un factor que
desorganiza la estructura ya que se pierde la sensación de control. Es
importante recordar la capacidad que tienen las personas para reorganizar una
nueva estructura y sus rutinas.
Aburrimiento: el
aislamiento provoca que la posibilidad de vincularse para compartir tiempo con
otros y otras se reduzca significativamente; con lo cual las actividades de
ocio y esparcimiento disminuyen significativamente. En este Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar Orientaciones para los talleres de formación
dirigido a las familias sentido, pueden aparecer pensamientos del tipo “¿ahora
qué hago?”, “¿cuándo podré salir a divertirme?”. Es importante utilizar los
medios digitales que se tienen al alcance para seguir manteniéndose en
contacto. Tenga presente que es una situación transitoria y la conducta de
respetar las indicaciones es en sí misma una acción muy valiosa para usted y
toda la comunidad.
Sentimiento de soledad: la falta de vinculación puede provocar una sensación de soledad y agravarse especialmente en aquellas personas que viven solas. Pueden aparecer pensamientos del tipo “me siento solo”, "qué hago si me pasa algo". Es importante tener en cuenta que otros están pasando la misma situación y que puede ser posible establecer nuevas formas para vincularnos.
Estrés: Hay consenso
en que el estrés es un proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe
una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A
menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con
cambios, exigen del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su
bienestar personal. La situación actual puede resultarles estresante a algunas
personas. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden ser
agobiantes y generar emociones fuertes tanto en personas adultas como en niños
y niñas. Apoyar a las familias de niñas y niños en primera infancia para que
afronten el estrés permitirá que se vean fortalecidas e incidir en su calidad
de vida. Tenga en cuenta que cada uno reacciona de manera distinta a las
situaciones de estrés. La forma en que responde al brote puede depender de sus
antecedentes, de los aspectos que lo diferencian de otras personas y de la
comunidad en la que vive.
• Regulación emocional
Los procesos implícitos en la emoción y la regulación emocional son los
mismos, por lo que la emoción y la regulación emocional no pueden separarse
pues la emoción en sí misma implica diversos procesos de autorregulación. Sin
embargo, es importante diferenciar la emoción de la regulación emocional
para entenderlas y aprender a modularlas. La regulación emocional se entiende
como el proceso mediante el cual las personas influyen en las emociones que
ellos mismos y otras personas experimentan, cuando las experimentan, cómo las
experimentan , La regulación emocional tiene un fuerte componente motivacional
que sirve para lograr las metas y a adaptación biológica y social; estos
procesos pueden ser automáticos o controlados, conscientes o no conscientes,
extrínsecos (otra persona regula las emociones de quién las experimenta, como
en el caso de las niñas y los niños) o intrínsecos (la propia persona que
experimenta la emoción la regula)
La regulación emocional efectiva implica, por lo regular, el siguiente
proceso:
Pausarse y permitir
la experiencia de la emoción (pensamientos, sensaciones, impulsos,
sentimientos), sin evitarlas o lamentarse por sentirlas. Esto implica una
perspectiva de observador interior, de lo que se siente y cómo se siente.
Reconocer la emoción y nombrarla. Cada emoción es particular y se caracteriza
por su manifestación comportamental y fisiológica; reconocerlas facilita
regularlas con efectividad.
Discriminar que tan controlables son la situación y la emoción misma. Herramientas
para afrontar los aspectos de la emoción que están bajo control voluntario es
efectivo, mientras que la aceptación es la mejor estrategia para los eventos y
experiencias incontrolables.
Comentarios
Publicar un comentario